Butterfly by Kathryn Harvey

Butterfly by Kathryn Harvey

autor:Kathryn Harvey [Harvey, Kathryn]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Erótico, Romántico
editor: ePubLibre
publicado: 1988-01-01T05:00:00+00:00


24

Jamie no podía resistir la tentación. Era tan emocionante nadar desnudo en la piscina de Beverly Highland.

Lo había hecho siete veces desde aquella audaz primera vez en enero, y hoy no sería una excepción a pesar del desapacible tiempo de marzo. Pero sufrió una decepción justo cuando estaba a punto de bajarse la cremallera de los vaqueros. Se encontraba allí descalzo, desnudo de cintura para arriba y con la mano en la cremallera, pensando emocionado en su zambullida en honor de su mirona cliente cuando, de pronto, alguien apareció en el camino que conducía a la piscina.

Era un joven con calzón de baño y una toalla alrededor del cuello.

—¡Oiga! —gritó—. ¿Puedo darme un chapuzón antes de que le eche los desinfectantes químicos?

Desconcertado porque jamás había encontrado a nadie en los terrenos de la propiedad de Beverly Highland, Jamie se apartó rápidamente y dijo:

—Faltaría más. Adelante.

—Gracias —dijo el joven, que aparentaba unos veintitantos años, arrojando a un lado la toalla y lanzándose. Efectuó unas cuantas brazadas y emergió por el otro lado de Jamie, saliendo de la piscina—. ¡Qué bien me ha sentado! Necesitaba eliminar las telarañas de anoche.

Jamie observó cómo el desconocido se secaba con la toalla y le extrañó que se hubiera zambullido con tanta naturalidad en la piscina de la señorita Highland. ¿Quién demonios sería?

—Oiga —dijo el joven, secándose el cabello con la toalla—, su cara me es conocida. ¿Le he visto en alguna parte?

Jamie tomó la escoba de la piscina y la introdujo en el agua.

—No sé. Es posible.

—¡Oiga! ¿No habrá sido en el Peppy’s?

—¡El Peppy’s! ¿La discoteca gay de la calle Robertson? —Jamie soltó una carcajada—. Allí no me puede haber visto. No creo que a mi novia le gustara.

—¿Y qué me dice del campus de la universidad de California en Los Ángeles? ¿Estudia allí, tal vez?

—No. Yo estudié en la del Estado de California en Northridge. Me diplomé en arte dramático.

—Ah, es un actor. ¿En qué ha trabajado? Puede que le haya visto ahí.

—Bueno, he interpretado algunos papeles. Trabajé hace un par de meses en Todos mis hijos.

—¡No me diga!

Jamie le observó mientras efectuaba unos ejercicios de estiramiento. Estaba claro que el joven no tenía ninguna prisa y se encontraba allí como en su casa.

—Bueno, pues —dijo Jamie muy despacio—, ¿es usted amigo de la señora Highland o algo por el estilo?

—Más o menos.

—¿Resulta agradable trabajar para ella?

—No tengo ni idea —el joven se tocó los dedos de los pies y se enderezó—. No trabajo para ella. ¿Por qué?

—Simple curiosidad. Lo decía porque, a lo mejor, tiene contactos con el sector. No me vendría mal que me echara una mano, usted ya me entiende.

El desconocido recogió la toalla, se la colocó alrededor del cuello y se detuvo para echar un buen vistazo a Jamie.

—Sí —dijo, ya le entiendo.

Los ojos de ambos se cruzaron por un instante.

—¡Bueno, tengo que irme! —dijo bruscamente el joven—. Gracias por haberme dejado nadar un poco. Espero no haberle desbaratado el horario.

Dicho lo cual, desapareció por el camino.

Jamie le vio alejarse. El Peppy’s había dicho.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.